La catedral de Santiago de Cuba cómo ejemplo emblemático de la difusión de saberes entre Europa y Latino América

La Catedral de Santiago de Cuba, proyectada y construida entre los siglos XVIII y XIX, es Monumento Nacional desde 1958. Es un ejemplo importante de la técnica constructiva seísmo-resistente dicha colonial, que se compone de una estructura a esqueleto interior de madera embebido en un muro de mampostería o ladrillo. A la armadura de cubierta, también en madera, según el modelo de par y nudillo, se une entonces la compleja geometría de soluciones tecnológicas de detalle y jerarquía de los elementos resistentes del entero sistema constructivo hasta las fundaciones. El símbolo de la Catedral y de la Ciudad es la cúpula, que se eleva por más de 30 metros del nivel de la plaza mayor. Su estructura resistente está formada por cuarenta cuadernas, apoyadas en durmiente inferior y cerrada superiormente por unos anillos circulares sobre al cual descansa una linterna octagonal, todo sostenido por una estructura leñosa. El uso de la madera cómo remedio al actividad sísmica, es noto en la Península Ibérica, y sobretodo en el área de Galicia y Portugal, donde había más abundancia de éste material, hasta haberse difundido en territorios de América Latina. Habiendo sufrido frecuentes y repetidos incendios, huracanes y terremotos, la particularidad de este monumento es la evolución de la fabrica, que continuamente ha cambiado su estética, y consecuentemente su originalidad estructural, hasta poner en riesgo la propria estabilidad. En esta memoria se trata de describir la técnica constructiva y los elementos de su originalidad, a más de incluir un comentario crítico sobre los materi